Until it wasn’t: activist art, monumenticide, and the struggle to remember the futuret rom within the uncanny unpresent

Abstract

El mundo ha visto atónito cómo monumentos públicos desconsiderados hacia la racialización de los cuerpos –monumentos que apoyan directa o indirectamente la supremacía blanca–han sido destronados: volcados, deformados, decapitados, arrojados a arroyos y puertos, y siempre intervenidos con una capa de graffiti en negrita y colores de pintura en aerosol chillones. Lo que estas acciones aparentemente malas constituyen es un cambio de paradigma dentro de lo que Mark Fisher denominó Realismo capitalista, y en lo que me extenderé con la frase lo ‘no presente’. Mi argumento es que, la ola de derribos de monumentos, campañas de descolonización, boicots de museos e intervenciones creativas centradas en la morbilidad de un orden simbólico ahora en un estado de caída libre ontológica, marca tanto el deseo de desnarrar un pasado injusto, tanto como una confrontación con el miedo profundo de que nuestro futuro, así como nuestro pasado, puedan ser desvanecidos dentro de un archivo ruinoso por la agencia interminablemente repetitiva de lo ‘no presente’.